El mito de los madrugadores
Descubre la importancia de poner la alarma cada mañana para ser más productivo y aprovechar el tiempo al máximo.
Uno de los mitos muy comunes es que todos los grandes emprendedores son unos madrugadores, la realidad es que existen muchos de ellos que sí lo son, por ello te reto a que lo intentes. Este extracto se trata de una persona Brandon Turner el cual nos cuenta su resumida historia sobre el hábito de madrugar.
Se lo dije a la gente durante años, “no soy una persona madrugadora”. Creo que mi odio por las alarmas fue una de las razones por las que me convertí en emprendedor. Quería dormir hasta tarde y mi teoría era simple: comprar varias propiedades, rentarlas y tener más ingresos de los que necesitaba para vivir para no tener que despertarme temprano. ¿Esto te suena familiar?
Sin embargo, hay una mentira en esta creencia. Despertarme sin una alarma no es igual a “refrescado”. Durante años me rehusé a emplear una alarma y valoraba la “libertad” de levantarme cuando quisiera. ¡Era un emprendedor y podía hacer lo que me diera la gana!
Todo esto cambio cuando leí El milagro de la mañana: El secreto no tan obvio que garantiza transformar tu vida (antes de las 8:00 a.m.), (The Miracle Morning: The Not-So-Obvious Secret Guaranteed to Transform Your Life (Before 8AM) de Hal Elrod. Como verás por el título, el libro se enfoca en el poder de despertarse temprano. Después de leerlo, decidí intentarlo y puse mi alarma a las 5:30 a.m.
Mi primera mañana
Mis ojos se abrieron con el sonido e inmediatamente me puse de pie. Lo que me sorprendió aún más es que estaba sonriendo. Claro, estaba cansado, mi cuerpo no se había ajustado al cambio de horario, pero, después de unos minutos, estaba despierto y siguiendo mi rutina mañanera, la cual involucraba leer, meditar/rezar y hacer un poco de ejercicio con algo de comida saludable.
Después de eso, me puse a trabajar en algunas ideas que llevaba pensando durante años pero que nunca había realizado. Sin darme cuenta, algunos proyectos comenzaron a tomar forma.
Para las 8:30 a.m. (la hora en la que usualmente me despertaba) había leído varios capítulos de un buen libro de negocios, había escuchado parte de un podcast, había hecho algo de yoga y había trabajado en un proyecto para el que estaba “ocupado” en años anteriores.
Después del primer día, supe que mi vida no sería igual. Después de tres semanas no he fallado en mi rutina. He leído más ahora que en toda mi vida y hago ejercicio con regularidad, algo que siempre me ha costado trabajo. Estoy avanzando en mis planes y he crecido en cada aspecto de mi vida, personal, empresarial y personalmente.
Estoy más feliz que nunca. La mayoría de las veces me levanto con la misma energía que cuando estaba de vacaciones, sintiéndome refrescado, emocionado y con esperanzas.
Para mí, la clave para despertarme así ha sido esta: la mentalidad lo es todo. Cuando asumía que me iba a levantar cansado, lo hacía. Cuando cambiaba ese pensamiento todo era diferente.
La libertad a través de la alarma
Puedes ser un emprendedor y sentirte con el derecho de dormir más (y estoy seguro de que tienes ese derecho), sin embargo, espero que entiendas lo que he descubierto: una alarma no es esclavitud, sino libertad. Te liberará para tomar las riendas de tu negocio, tu mente y tu vida a lugares que nunca imaginaste y más rápido de lo que creías.
Así que deja de ver tu alarma como el enemigo y vela como tu aliado más cercano.
fuente: www.entrepreneur.com
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